La palmera que ha acompañado desde comienzos del siglo XX a las dos imágenes de la Virgen Inmaculada en nuestro jardín (la primera desde 1904 hasta su destrucción en la guerra civil, y la actual imagen desde 1954), ha sido talada esta semana. Había sobrevivido incluso a la guerra, pero no pudo con la plaga del picudo rojo.

Durante más de un siglo ha acompañado a miles de alumnos que acudían al jardín con motivo del mes de mayo, las fotografías del catálogo y, sobre todo, las ceremonias de Despedida de cada promoción.Costará ver el jardín sin la palmera, pero los alumnos y antiguos alumnos mantendremos tantas vivencias y recuerdos a lo largo del tiempo. Y no nos olvidemos del magnolio, plantado al mismo tiempo que la palmera y que sigue creciendo a resguardo en el rincón nordeste del jardín.